jueves, 15 de enero de 2009

La muerte de un Patriarca

¿Cuántas veces en la vida uno participa en un hecho histórico? En mi caso, solo unas pocas veces. Me pongo a pensar en cuántas cosas que alguna vez estarán en un libro de historia mi hijo podrá decir: "Mi viejo estuvo allí". Me viene a la mente el regreso de la democracia en mi país, los levantamientos de Semana Santa y Campo de Mayo. No muchos más.

Quiso la casualidad que en mi viaje de diciembre de 2008 a Moscú ocurriera un hecho de significación para el mundo ortodoxo y el pueblo ruso. Esto fue la muerte del Patriarca de Moscú y toda Rusia, Alexis II. Este sacerdote, cuyo nombre laico era Alexey Mikhailovich Ridiger, fue el jefe de la religión mayoritaria del pueblo ruso durante todos los años de la difícil transición tras la caída del comunismo.

Estando yo en la ciudad para una conferencia organizada por la empresa de antivirus Kaspersky ocurre la muerte del Patriarca. A la mañana siguiente me digo "al diablo con los virus, yo me voy al velatorio".

Tomo el metro y bajo en la estación Kropotinskaya, a unos pasos de la colosal catedral de Cristo el Salvador, sobre la calle Voljonka. Ya espontáneamente se ha formado una fila a la espera de que se pueda entrar a la capilla ardiente y dar el último adiós al Patriarca.

Gran movimiento de fuerzas policiales. Todo está en el comienzo. Me pongo a filmar con mi máquina de fotos. Se están colocando frente al templo detectores de metales como los que hay en los aeropuertos. No sea cosa que se quiera atentar cuando estén presentes las principales autoridades del Estado ruso, presidente Dmitri Medvedev incluido. O el primer ministro Vladimir Putin.

El día se presenta gris, con una tenue llovizna. La gente lleva en las manos una rosa o un ramo de flores. Cruzo la calle Voljonka para poder filmar desde enfrente y, cuando quiero volver a las puertas de la catedral, la policía me lo impide.

Vuelvo al congreso de computación. Durante todo el día, bajo la lluvia, la gente hará largas filas para poder persignarse frente a su pastor. Sigue el largo velorio durante toda la noche. A los pocos días será el sepelio de Alexis II en la Catedral de la Epifanía, pero yo no podré asistir ya que ya estaré en Buenos Aires.

El 27 de enero de 2009 será elegido el nuevo Patriarca. Ahora el pastor sera Kirill, metropolita de Smolensk y Kaliningrado, nacido como Vladimir Mikhailovich Gundyayev. Un hombre encargado durante muchos años de representar a su religión en el movimiento ecuménico universal, será quien tendrá la responsabilidad de cuidar el rebaño de los ortodoxos rusos, en un mundo donde lo profano y el mercantilismo prevalece sobre lo espiritual.


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